Foto by Silvina Macri
El cine y el teatro entraron en mi vida casi en el mismo momento, y es muy probable que por esa razón me cueste responder rápidamente la pregunta: "¿Preferís el cine o el teatro?". Pero la semana pasada, cuando finalmente fui a ver "Canción de cine", durante casi dos horas me olvidé de eso. Me olvidé de tener que elegir, porque me encontré con un espectáculo que combina maravillosamente lo mejor de ambos mundos.
"Canción de cine" es un unipersonal dirigido por Carlo Argento e interpretado por Francisco Pesqueira (acompañado de Ramiro Pettina en el piano), que como su nombre lo indica, pretende homenajear al cine nacional y a sus canciones. Y vaya si lo logra.
Francisco Pesqueira cuenta a lo largo del espectáculo cómo conoció estas películas, pero lejos de ser una mera repetición de títulos, fechas y elencos, lo hace de forma ágil, atractiva y por sobre todas las cosas, interesante. De hecho, lo que más destaco es que desde un primer momento, más allá de lo que relata Francisco, cada espectador también tiene la oportunidad de hacer su recorrido. Un recorrido único e irrepetible.
"...melodías que, con sólo iniciar un acorde, nos conectan con aquellas películas repletas de encantadores actores, actrices y realizadores que forjaron e hicieron nuestra historia del cine argentino". Y sí, una simple canción es capaz de traernos decenas de recuerdos, hacernos reir, hacernos llorar e incluso transportarnos a cualquier lugar del planeta. Será por eso que es casi imposible no emocionarse con alguna de las canciones que forman parte de "Canción de cine".
Se podría caer en el lugar común de incluir sólo aquellas películas de Sandro, Palito Ortega o Tita Merello, que están llenas de canciones inolvidables y definitivamente han dejado su huella en el cine nacional, pero esto es un proyecto llevado adelante por verdaderos cinéfilos, amantes de la música y apasionados del arte en todas sus expresiones. Es por eso que en "Canción de cine" sus creadores (Argento, Pesqueira y Pettina) se animaron a ir un poco más allá y a lo largo de casi dos horas vamos a ver escenas de muchísimas películas, escuchar interesantes versiones de canciones conocidas (y no tanto) y conocer algunos de los secretos del detrás de escena de películas que han sido íconos del cine argentino.
Si bien diría que el promedio de edad de los espectadores era de unos 45-50 años, lo cual tiene bastante sentido, también es verdad que puede resultarle interesante a los más jóvenes, porque más allá de que seguramente se sientan identificados (quizás) sólo con las películas más actuales, esta puede ser una buena oportunidad para adentrarse en el cine nacional y conocer mucho más nuestra historia y nuestra cultura.
Un espectáculo realizado con talento, dedicación y principalmente con mucha pasión por el séptimo arte.
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